El mundo multipolar solo es garantía de un necesario cambio de ciclo. Pero si los que creemos en la humanidad tenemos alguna esperanza, esta solo puede encontrarse en un nuevo concierto mundial
Gran texto, felicidades. El transhumanismo es imparable. Es de hecho la principal obsesión de las élites, sean de donde sean. Para quienes seguiremos siendo humanos y nuestras descendencias, me pregunto si no argumentas aquí que el ciclo que abrió la Ilustración se terminó y lleva como nombre, en términos post-ilustrados, multipolaridad. No hablo de tecnofeudalismo, término que solo describe bien el momento actual a condición de no saber qué fue el feudalismo. Hablo más bien de una salida de lógicas modernas, no solo liberales. Aunque el liberalismo haya sido el pilar de la modernidad, creo que lo que planteas aquí va más allá de la desaparición del marco antropológico liberal y apunta a la desaparición del marco antropológico moderno. ¿Es así?
Muchas gracias, Ramiro. Efectivamente. Creo (y he argumentado en otros textos) que el fin de la lógica liberal (la lógica socialista es el otro reverso de una misma moneda) es el fin del proyecto ilustrado, basado desde el inicio en un afán unipolar y en una concepción muy restringida de lo humano. Sobrevive, de todas maneras, la concepción milenarista del progreso propia de la Ilustración en el transhumanismo, aunque llena de parches y con las costuras al descubierto.
Me quedan algunas dudas. Evidentemente, vamos a cambiar nuestras vidas, porque el modelo en que habitábamos ha expresado su contradicción, latente desde hace siglos. Como decía Cela, es más difícil componer la figura y cimbrearse ante un bidé con ruedas que ante un Mihura, porque ante un Mihura, si no te cimbreas, te cimbrean. Y estamos ya ante la bestia, sin que sirva de nada taparnos el rostro o buscar otro inexistente lado hacia dónde mirar.
Ahí ya no veo tan sencilla una solución de amparar la natalidad y la familia. No se ven afectadas por el cambio? No viene un cambio de paradigma en el que también quepa la posibilidad de que nos replanteemos esa continuidad biológica?
Todd también lo cree, como base para restaurar los valores éticos, pero, tendremos unos principios parecidos a los que queremos tener ahora una vez realizada la transformación?
Gracias, Carlos! Es una cuestión de realismo político. Pero el realismo no asegura nada más que la realidad, que puede (y suele ser) mortífera aunque también, en ocasiones, maravillosa. Creo que en el desafío de los BRICS al modelo-cadáver unipolar de Occidente hay, de fondo, algo más que intereses económicos: es decir, una concepción de la Humanidad aún compatible con el desarrollo tecnológico. En este sentido, por ejemplo, cuando se habla de "invasión islámica", etc se pasa por alto que, en muchos sentidos, la población musulmana, al margen de lo que podamos discutir de su modelo antropológico, es prácticamente la única entre nosotros que sigue valorando principios humanos básicos (los niños, el cuidado de los mayores, la familia y la comunidad, etc.). Quiero decir: la bestia deshumanizadora del poshumanismo disfrazada de digitalización está por doquier. Queda por ver si la multipolaridad ayuda a recuperar un consenso humano básico, o es simplemente una próloga. El caso es que no es una cuestión de elección. Lo que hay ahora es una multipolaridad que debiéramos aceptar cuanto antes, y empezar a intervenir en ella.
Ahí estoy de acuerdo: me parece maravilloso tratar de construir un nuevo humanismo, David, incluso si morimos en el intento. Al menos, reconozcámonos la capacidad de sentir, si no tenemos fuerzas para más.
Gran texto, felicidades. El transhumanismo es imparable. Es de hecho la principal obsesión de las élites, sean de donde sean. Para quienes seguiremos siendo humanos y nuestras descendencias, me pregunto si no argumentas aquí que el ciclo que abrió la Ilustración se terminó y lleva como nombre, en términos post-ilustrados, multipolaridad. No hablo de tecnofeudalismo, término que solo describe bien el momento actual a condición de no saber qué fue el feudalismo. Hablo más bien de una salida de lógicas modernas, no solo liberales. Aunque el liberalismo haya sido el pilar de la modernidad, creo que lo que planteas aquí va más allá de la desaparición del marco antropológico liberal y apunta a la desaparición del marco antropológico moderno. ¿Es así?
Muchas gracias, Ramiro. Efectivamente. Creo (y he argumentado en otros textos) que el fin de la lógica liberal (la lógica socialista es el otro reverso de una misma moneda) es el fin del proyecto ilustrado, basado desde el inicio en un afán unipolar y en una concepción muy restringida de lo humano. Sobrevive, de todas maneras, la concepción milenarista del progreso propia de la Ilustración en el transhumanismo, aunque llena de parches y con las costuras al descubierto.
Me quedan algunas dudas. Evidentemente, vamos a cambiar nuestras vidas, porque el modelo en que habitábamos ha expresado su contradicción, latente desde hace siglos. Como decía Cela, es más difícil componer la figura y cimbrearse ante un bidé con ruedas que ante un Mihura, porque ante un Mihura, si no te cimbreas, te cimbrean. Y estamos ya ante la bestia, sin que sirva de nada taparnos el rostro o buscar otro inexistente lado hacia dónde mirar.
Ahí ya no veo tan sencilla una solución de amparar la natalidad y la familia. No se ven afectadas por el cambio? No viene un cambio de paradigma en el que también quepa la posibilidad de que nos replanteemos esa continuidad biológica?
Todd también lo cree, como base para restaurar los valores éticos, pero, tendremos unos principios parecidos a los que queremos tener ahora una vez realizada la transformación?
Gracias, Carlos! Es una cuestión de realismo político. Pero el realismo no asegura nada más que la realidad, que puede (y suele ser) mortífera aunque también, en ocasiones, maravillosa. Creo que en el desafío de los BRICS al modelo-cadáver unipolar de Occidente hay, de fondo, algo más que intereses económicos: es decir, una concepción de la Humanidad aún compatible con el desarrollo tecnológico. En este sentido, por ejemplo, cuando se habla de "invasión islámica", etc se pasa por alto que, en muchos sentidos, la población musulmana, al margen de lo que podamos discutir de su modelo antropológico, es prácticamente la única entre nosotros que sigue valorando principios humanos básicos (los niños, el cuidado de los mayores, la familia y la comunidad, etc.). Quiero decir: la bestia deshumanizadora del poshumanismo disfrazada de digitalización está por doquier. Queda por ver si la multipolaridad ayuda a recuperar un consenso humano básico, o es simplemente una próloga. El caso es que no es una cuestión de elección. Lo que hay ahora es una multipolaridad que debiéramos aceptar cuanto antes, y empezar a intervenir en ella.
Ahí estoy de acuerdo: me parece maravilloso tratar de construir un nuevo humanismo, David, incluso si morimos en el intento. Al menos, reconozcámonos la capacidad de sentir, si no tenemos fuerzas para más.