Muy buen artículo. Coincido en el interés por el 11M (además del COVID, claro). Me vi hace un tiempo el documental "Un nuevo Dreyfus", más entretenido por cierto que muchas películas de intriga y espías. Para mí lo más clamoroso del 11M es el caso de Abdelmajid Bouchar, que estaba con el resto del grupo en el piso de Leganés, pero que bajó a tirar la basura y logró escapar corriendo antes de la explosión que se produjo tras ser rodeados. Resulta que después fue detenido creo que en Serbia en 2005 y extraditado a España. En el juicio del 11M de 2007, su abogado hizo una gran defensa y logró que fuera absuelto de los asesinatos, ya que realmente no había pruebas de su participación. O sea, el vivo inocente, y los muertos culpables. A los muertos nadie los defendió, claro. Zougam también tuvo buena defensa, pero lo de esos testimonios fue tremendo, y coló.
Respecto al COVID, a mí me recuerda el caso del aceite de colza, y lo traté en mi blog (https://medicinasustractiva.blogspot.com/2021/11/40-anos-del-sindrome-toxico.html). También se empezó hablando de una neumonía, y al final parece que fue más bien un envenenamiento. El caso es que los daños provocados por intoxicaciones, lo mismo que los efectos adversos de los medicamentos, son muy difíciles de probar. En Farmacovigilancia siempre hablamos de causas posibles o como mucho probables, pero difícilmente podemos llegar a más. Por eso yo siempre he hablado del polisorbato de las vacunas de la gripe como posible causa, y ahí sigo.
Aprovecho para recomendar un libro que viene a cuento del tema de las mentiras: La invención del pasado, de Miguel-Anxo Murado.
"El Gamo". El único que se pudo defender sale absuelto. Hay muchos elementos que se quedan en el tintero, claro. La famosa carta de despedida que aparece en una bolsa del trabajo, escrita en caracteres latinos, las extrañas llamadas de despedida desde el mismo teléfono, el famoso apagón de la macropericia. Muchas cosas.
Otro gran artículo, enhorabuena Carlos. Una vez te pones a estudiar estudiar la Historia, llegas a la conclusión de que no hay hito o evento histórico relevante o disruptivo (aquellos que suponen cambios inesperados de la línea de acontecimientos lógicos) en los que los poderes profundos -detrás de la cortina- no hayan provocado un desenlace, una ocultación, la destrucción de evidencias, una imposición de una narrativa oficial, la creación de una narrativa alternativa, la preparación de “evidencias “ creadas ex Novo, una complejización tal de una visión general de los hechos que se haga imposible conocer la verdad de lo sucedido. Así la Historia se convierte en una sucesión de manipulaciones y de las reacciones en la psicología social de las masas y de la aplicación de una alta tecnología que hoy ya pasa por el marketing neurológico. La mentira siempre fue una potente arma en manos de la dialéctica de Imperios, en la dialéctica de Estados, en la dialéctica de clases, en la dialéctica de las grandes Corporaciones industriales y financieras,… dialécticas que funcionan todas al mismo tiempo, en distintos niveles, en distintas “capas de la cebolla”, pero que se infiltran unas en otras durante el desarrollo de la Historia….el hombre-masa es mera plastilina en sus manos.
Estamos de acuerdo en tu artículo. Sin embargo, la pregunta sigue siendo la misma: ¿Cómo luchas contra el poder? porque si este te impone una multa por no llevar mascarilla y/o no te deja viajar si no estás vacunado y etc... ya me dirás que podemos hacer
Hablar y/o escribir criticando el sistema es mejor hacerlo que no, pero no resuelve el problema. Desgraciadamente.
Muy buen artículo. Coincido en el interés por el 11M (además del COVID, claro). Me vi hace un tiempo el documental "Un nuevo Dreyfus", más entretenido por cierto que muchas películas de intriga y espías. Para mí lo más clamoroso del 11M es el caso de Abdelmajid Bouchar, que estaba con el resto del grupo en el piso de Leganés, pero que bajó a tirar la basura y logró escapar corriendo antes de la explosión que se produjo tras ser rodeados. Resulta que después fue detenido creo que en Serbia en 2005 y extraditado a España. En el juicio del 11M de 2007, su abogado hizo una gran defensa y logró que fuera absuelto de los asesinatos, ya que realmente no había pruebas de su participación. O sea, el vivo inocente, y los muertos culpables. A los muertos nadie los defendió, claro. Zougam también tuvo buena defensa, pero lo de esos testimonios fue tremendo, y coló.
Respecto al COVID, a mí me recuerda el caso del aceite de colza, y lo traté en mi blog (https://medicinasustractiva.blogspot.com/2021/11/40-anos-del-sindrome-toxico.html). También se empezó hablando de una neumonía, y al final parece que fue más bien un envenenamiento. El caso es que los daños provocados por intoxicaciones, lo mismo que los efectos adversos de los medicamentos, son muy difíciles de probar. En Farmacovigilancia siempre hablamos de causas posibles o como mucho probables, pero difícilmente podemos llegar a más. Por eso yo siempre he hablado del polisorbato de las vacunas de la gripe como posible causa, y ahí sigo.
Aprovecho para recomendar un libro que viene a cuento del tema de las mentiras: La invención del pasado, de Miguel-Anxo Murado.
"El Gamo". El único que se pudo defender sale absuelto. Hay muchos elementos que se quedan en el tintero, claro. La famosa carta de despedida que aparece en una bolsa del trabajo, escrita en caracteres latinos, las extrañas llamadas de despedida desde el mismo teléfono, el famoso apagón de la macropericia. Muchas cosas.
Otro gran artículo, enhorabuena Carlos. Una vez te pones a estudiar estudiar la Historia, llegas a la conclusión de que no hay hito o evento histórico relevante o disruptivo (aquellos que suponen cambios inesperados de la línea de acontecimientos lógicos) en los que los poderes profundos -detrás de la cortina- no hayan provocado un desenlace, una ocultación, la destrucción de evidencias, una imposición de una narrativa oficial, la creación de una narrativa alternativa, la preparación de “evidencias “ creadas ex Novo, una complejización tal de una visión general de los hechos que se haga imposible conocer la verdad de lo sucedido. Así la Historia se convierte en una sucesión de manipulaciones y de las reacciones en la psicología social de las masas y de la aplicación de una alta tecnología que hoy ya pasa por el marketing neurológico. La mentira siempre fue una potente arma en manos de la dialéctica de Imperios, en la dialéctica de Estados, en la dialéctica de clases, en la dialéctica de las grandes Corporaciones industriales y financieras,… dialécticas que funcionan todas al mismo tiempo, en distintos niveles, en distintas “capas de la cebolla”, pero que se infiltran unas en otras durante el desarrollo de la Historia….el hombre-masa es mera plastilina en sus manos.
Estamos de acuerdo en tu artículo. Sin embargo, la pregunta sigue siendo la misma: ¿Cómo luchas contra el poder? porque si este te impone una multa por no llevar mascarilla y/o no te deja viajar si no estás vacunado y etc... ya me dirás que podemos hacer
Hablar y/o escribir criticando el sistema es mejor hacerlo que no, pero no resuelve el problema. Desgraciadamente.