España lleva décadas secuestrada por una élite acomplejada, de segunda división regional, que en cuanto percibe que los ciudadanos empezamos a despertar pone el grito en el cielo para disciplinarnos.
Estando de acuerdo en el fondo de lo que expones en tu artículo, no creo que sea una característica exclusiva de España. Se puede afirmar que en todos los países del globo es una élite la que dicta lo que es correcto y lo que no lo es. Es decir, personas con nombre y apellido que dicen todo sobre todo y sin dar muchas explicaciones o si las dan no son ciertas o son medias verdades. Pregunta: en qué país crees que no existen esas élites que todo lo deciden.
Muchas gracias, Jorge. El caso español es muy singular, diría que único en Occidente. No se trata de que no existan élites, sino de la calidad de estas y de la manera en que integran a diversos sectores de la sociedad. Es como en el caso de los políticos o las monarquías. Que haya por definición corrupción en estas no quiere decir que todas sean iguales y mucho menos que no se deban criticar. El caso español, insisto, es anómalo, sobre todo a partir de los hijos de la generación del 78. Se ha creado una aristocracia, un cierre de filas muy propio de una élite cargada de "buenísimo" que con el discurso "anti-franquista" o "europeísta" se cree por encima del mal y del bien. Las élites mediático-culturales y políticas americanas, italianas, etc son mucho más diversas. Sería impensable entre nosotros, por su origen social, un JD Vance, una Meloni. Nuestro hábitat cultural es también exageradamente endogámico. Todo esto redunda en que mientras en UK, por ejemplo, tienen medios anti-tecnócratas de gran alcance como Unheard, Spiked o OffGuardian, aquí, en España lo único parecido somos nosotros, una plataforma llevada por cinco personas. Una crisis de élites, por corrupción y endogamia, como la que padecemos supone no tener de facto autonomía ni soberanía y estar siempre a expensas de lo que decidan otros organismos o países. Nos hemos convertido en un protectorado.
Estando de acuerdo en el fondo de lo que expones en tu artículo, no creo que sea una característica exclusiva de España. Se puede afirmar que en todos los países del globo es una élite la que dicta lo que es correcto y lo que no lo es. Es decir, personas con nombre y apellido que dicen todo sobre todo y sin dar muchas explicaciones o si las dan no son ciertas o son medias verdades. Pregunta: en qué país crees que no existen esas élites que todo lo deciden.
Saludos cordiales
Muchas gracias, Jorge. El caso español es muy singular, diría que único en Occidente. No se trata de que no existan élites, sino de la calidad de estas y de la manera en que integran a diversos sectores de la sociedad. Es como en el caso de los políticos o las monarquías. Que haya por definición corrupción en estas no quiere decir que todas sean iguales y mucho menos que no se deban criticar. El caso español, insisto, es anómalo, sobre todo a partir de los hijos de la generación del 78. Se ha creado una aristocracia, un cierre de filas muy propio de una élite cargada de "buenísimo" que con el discurso "anti-franquista" o "europeísta" se cree por encima del mal y del bien. Las élites mediático-culturales y políticas americanas, italianas, etc son mucho más diversas. Sería impensable entre nosotros, por su origen social, un JD Vance, una Meloni. Nuestro hábitat cultural es también exageradamente endogámico. Todo esto redunda en que mientras en UK, por ejemplo, tienen medios anti-tecnócratas de gran alcance como Unheard, Spiked o OffGuardian, aquí, en España lo único parecido somos nosotros, una plataforma llevada por cinco personas. Una crisis de élites, por corrupción y endogamia, como la que padecemos supone no tener de facto autonomía ni soberanía y estar siempre a expensas de lo que decidan otros organismos o países. Nos hemos convertido en un protectorado.